La “primavera de las mujeres” acrecenta su voz en Brasil. Al mismo tiempo, el gobierno golpea con sus políticas los avances conseguidos en la erradicación de la violencia contra la mujer
En julio de 2013 el Congreso Nacional de Brasil creó una Comisión Parlamentaria Mixta de Investigación (CPMI) que tuvo como objetivo "investigar la situación de la violencia contra la mujer en Brasil y establecer denuncias por omisión por parte del poder público en relación a la aplicación de instrumentos establecidos en la Ley de protección de mujeres en situación de violencia“. El informe fue elaborado a partir de audiencias públicas que permitieron revelar la situación de la aplicación de la Ley Maria da Penha (LMP) en los estados. Dicho informe puso en evidencia una serie de problemas a combatir. Entre las diversas recomendaciones y sugerencias propuestas estaba la modificación del Código Penal, para la inserción del feminicidio como agravante del crimen de homicidio. Así, en 2015 fue aprobada la Ley 13.104, conocida como Ley del feminicidio, que transformó en crimen el asesinato por motivos de género.
La LMP tuvo un impacto significativo en la lucha por la erradicación de la violencia contra la mujer y la protección de sus víctimas. En un momento en el que las tasas de femicidio eran crecientes en el país: en 1980 fueron de 2,3/100 mil mujeres, en el año 2013 pasó a ser 4,8 / 100 mil, esto es, un aumento del 111,1%. En cifras absolutas, se registró en dicho año 106.093 muertes de mujeres por homicidio. En 2014, se observó una pequeña reducción: 4.621 asesinadas (4,5/100 mil), seguida de otra en 2015 (4,38/100 mil). Sin embargo, en el período de 2005 a 2015 se produjo un aumento del 22% de mujeres de raza negra asesinadas, acompañado de una reducción del 7,4% de mortalidad de mujeres de raza no negra. Estos datos nos muestran vulnerabilidades añadidas además del impacto de la cuestión racial en la violencia mortal.
O Atlas da Violência es el portal que contiene los datos del Ministerio de Salud - MS y de la policía, gestionado por el Instituto de Pesquisa Econômica e Aplicada - IPEA y el Fórum Brasileiro de Segurança Pública. Dicho instrumento es la referencia actual sobre mortalidad por violencia de género en el país. Proporciona datos de las notificaciones de violencia doméstica, sexual y / o otras, que pasaron a ser registrados en el Sistema de Informações de Agravos de Notificações - SINAM / MS cuando se estableció en 2009 la Ley 10.778 de la notificación de violencia contra las mujeres. Los principales problemas identificados son: por un lado, no todos los casos de violencia son denunciados y por otra, de entre los que sí lo son, existe una parte que no llega a ser notificada en el sistema. Los registros de mortalidad están disponibles en el Sistema de Información sobre Mortalidad - SIM / MS. Estos datos se centran tan solo en las víctimas, sin contener referencia alguna a su causante o agresor.
La mejora cuantitativa y cualitativa de la información sigue siendo uno de los grandes desafíos. Actualmente, falta información oficial sobre las muertas, hay problemas en las estadísticas y deficiencias en los datos de la policía y la justicia. Estos últimos, por ejemplo, no siempre incluyen el sexo y color/raza de la víctima. Además, no se realiza un seguimiento exhaustivo de los procesos judiciales que permita conocer cómo y de qué manera han finalizado.
Se sabe, por estudios de calidad y monitorización, que la falta de conclusiones tras las investigaciones policiales y el número de casos por juez son problemas que limitan la continuidad de los procesos judiciales. Ante esta falta de datos, una de las recomendaciones de la CPMI fue que se instituyera un Sistema Nacional de Información sobre la Violencia contra la Mujer.
En lo que se refiere a las políticas públicas: en julio de 2016 existían 1.662 servicios especializados para atención a las mujeres en situación de violencia. De estos: 238 eran Centros de Atención a la Mujer, 502 comisaria de policia especializadas o núcleos policiales, 103 Juzgados/Jurisdicciones especializados, 45 Núcleos de Atención Especializada de la Defensoría Pública, 95 Promotorías Especializadas, 3 Casas de la Mujer Brasileña, 596 Servicios Especializados de Salud. La Secretaría Nacional de Políticas para las Mujeres, Ministerio creado en el Gobierno de Lula, dio gran peso a la institución de una política nacional de enfrentamiento a la violencia contra las mujeres.
Durante el segundo gobierno de Dilma Rousseff, esta institución se vio menguada perdiendo con el gobierno actual incluso una perspectiva integral de enfrentamiento al problema y relegándolo a una mera cuestión policial. Sufren con ello las incipientes políticas estatales y municipales que ya anteriormente encontraban dificultad en constituirse como parte de una "red" nacional.
Por otro lado, las propuestas de introducir en las políticas educativas el debate sobre igualdad de género y prevención de la violencia doméstica sufren un duro golpe a partir de la ampliación de bancadas legislativas religiosas y / o conservadoras que presentan leyes para limitar el debate en las escuelas.
Al mismo tiempo crecen de entre los movimientos de mujeres y feministas la indignación y movilizaciones contra la violencia. Desde 2013, con la marcha das vadias [1], pasando por 2015 con la marcha de las mujeres negras, la de las trabajadoras rurales y una serie de acciones que se conocieron en Brasil como primavera de las mujeres, llegando a 2017 con las movilizaciones de marzo que se sumaron al año Ni una Menos, movimiento transnacional por el fin de la violencia contra las mujeres, tanto las redes sociales como las calles han sido tomadas por jóvenes militantes que acrecientan con sus voces y cuerpos los movimientos. El 25 de noviembre será otra fecha determinante para seguir en la lucha contra esta lacra social.
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[1] También llamada “Marcha de las Putas” en países hispanohablantes